El master plan surge de la idea inicial de la posibilidad de que un mundo diferente es posible.

Ante las diferencias existentes en todos los sentidos del actual sistema, debemos proyectar nuestros objetivos hacia pensamientos de igualdad en busca del crecimiento personal como fin común.

¿Es posible la ciudad consciente?

Sí, una comunidad de individuos independientes con un mismo objetivo.

Así cómo es posible un mundo de maldad, o un mundo como el actual, no dejan de ser ilusiones creadas a partir de pensamientos de quienes toman decisiones, por lo tanto la visión de un mundo Amoroso es tan posible como cualquier otro.

Solo debemos tener un objetivo claro y experimentar hacia ello, la Ley Natural o Ley Universal que nos guía, corregirá cualquier error.

En esta situación el cambio de paradigma es la primera necesidad, en la que el objetivo actual, o el objetivo actual del mundo cambian hacia el bienestar propio y por ende en el bienestar de todos.

En cuanto fijas tu master plan, te centras y crees en él, y el resto de objetivos no amoroso desaparecen de tu mente.

Esto se debe a que la frecuencia vibratoria en la que te mueves continuamente cambia hacia una frecuencia de vibración más elevada y por ello todo cambia a tu alrededor.

Las frecuencias de vibración más altas son las que se acercan más al amor, mientras que las frecuencias bajas son las más densas y se relacionan con lo material, denso y egoico.

¿Es un proyecto ambicioso?

Sí, es un proyecto que nació y está planteado desde la necesidad interior de un cambio que se ve reflejado en muchas personas de la sociedad que desean trascender el modo actual en que se tiene la experiencia de vida.

Esto es una definición desde la mente más material, si se quiere de una visión más terrenal.

Es una necesidad de acabar una desigualdad manifiesta en la sociedad que no es feliz.

Que se ve obligada a hacer todo lo que hace no por y para sí mismo, sino para cumplir lo que la sociedad marca.

Desde el punto de vista personal es una necesidad de cambiar la forma de moverse por el mundo con objetivos más personales de paz, felicidad y amor.

Desde el punto de vista espiritual, si lo podemos llamar así, es el deseo inconmensurable de volver a casa con nuestra Fuente y ser lo que verdaderamente somos, una parte imprescindible de Él.

Es el fuego interior perenne, siempre muy dentro de cada uno, que reaparece y te llama a retornar.

Creíamos ser parte de un mundo exterior y que nuestro mundo interior era nuestra parte privada.

En los pensamientos podemos hacer referencia a privados y no privados, creyendo que todo lo que digo o expreso a través de la palabra deja de ser privado, mientras que lo que mantengo en mi mente continua siendo privado.

La visión puede cambiar si comprendemos que nuestros pensamientos son frecuencias vibratorias que son interpretadas por las neuronas y allí es donde se transforman para nuestra comprensión, por lo tanto, la «causa» inicial del pensamiento  es una vibración que puede ser interpretada y/o interceptada por cualquiera que se encuentre en esa misma frecuencia vibratoria.